DE UN AMIGO DE LA CRÓNICA, PARA LOS CRONISTAS DE PUEBLA.
- Con sincero afecto y como reconocimiento
al Prof. Pedro Ángel Polou Pérez, y a todos
tos cronistas que ha enseñado o reconocer
ta troscendencia de/oíic/o.
Antrop. Víctor Hugo Valencia Valera
El patrimonio cultural es uno herencia colectiva, un capital social no renovable, por lo
que su conservación y uso sostenible son responsabilidad de c a d a ciudadano. Ello
permite asegurar el continuado disfrute de los sitios patrimoniales por las futuras
generaciones.
El patrimonio, y como tal su destino, está en monos de los comunidades y de los
estructuras de gobierno más cercanos decidir el destino de este importante capital.
Como en el caso de toda herencia recibida, podemos invertir el capital
adecuadamente y asegurar que éste multiplique su valor, y que asegure a las siguientes
generaciones un potencial d e desarrollo. En caso contrario, podemos abandonarlo, y
perder no sólo uno o muchos signos y reflejos d e identidad sino incluso un elemento de
desarrollo económico que hoy brindan los elementos culturales vistos o través de lo
arquitectura, el entorno natural, la gastronomía, etc. ;
Lo memoria y lo identidad colectiva están en juego, y es responsabilidad compartida
de muchos actores como los cronistas, promotores, académicos y grupos organizados,
así como de los líderes políticos asegurar y consolidar su supervivencia.
El patrimonio cultural no es un lujo de uso exclusivo por algunos sectores sociales. Es
porte de lo realidad en lo que nos movemos, es nuestra herencia d e vivencias y está
estrechamente vinculado con nuestra identidad y nuestra manera d e actuar, d e vivir y
de reflejarnos cotidianamente. Por ello, reconocer el patrimonio cultural y lo manera de
manejarlo responsablemente, son elementos de gran importancia poro cualquier nivel
de gobierno y por supuesto que d e lo comunidad.
De manera muy resumida, me permito ubicar y definir en lo importancia del patrimonio
cultural a nivel de su origen en la comunidad y lo relevancia de la estructura
administrativo que significa y representa lo función operativo del ayuntamiento y en
donde el cronista como figura o personero institucional tiene y lleva una importancia
trascendental, todo vez que es un hecho que su función y actividad está reconocida en
lo estructura municipal a través de la institucionolidad que d a lo Ley Orgánica de
creación de c o d o municipio.
Lo importante y trascendente ahora, es también reconocer que el cronista en el devenir
histórico de codo municipio o localidad, debe ganar y ubicar su propio espacio
rebosando la propia institucionalidad de su encargo y consolidar la autoridad moral
que este oficio brinda a todos y c o d a uno de los que gustamos de hacer crónica, de
hacer el rescate histórico, de rescatar documentos y archivos, de hacer el gusto del
registro y acontecer del barrio, d e la calle del pueblo, d e lo región, d e la historia, toda;
que sólo se brinda en la conjunción misma, cuando se tiene la historia misma para
contarlo vivencialmente y sustentadamente con el apoyo documental cuando es
referenciado y con el registro d e lo cotidiano poro que lo historia sea así, un acontecer
que diariamente o periódicamente tiene vida misma, del acontecer d e un hecho paro
que el cronista lo registre por el gusto de compartir ese gusto de registrar la historia, su
historia. y
Reitero que es muy importante rescatar y ubicar o las estructuras gubernamentales y
particularmente o lo figura del ayuntamiento poro que en este trascendente encargo
de la crónica, sea el cronista o los cronistas los que se sirvan de este aparato
administrativo y no la estructura o aparato gubernamental, sólo se sirvo del registro
histórico y crónica requerida sin el elemento sustantivo del que sobe contarla y
describiría con sólo el compromiso único y noble de registrar los hechos y lo historia,
como se brinda y ofrece en lo cotidianidad d e los hechos y ubicando el acontecer
social de lo sucedido poro bien de una sociedad que finalmente en el conjunto son y
serón los que don el registro testimonial de aquel que se atreve o dar fe en su crónica.
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Se trata pues, de rescatar la crónica pueblerina y que en esta crónica se ubiquen
además a las instituciones y su función como parte también de nuestro patrimonio,
como porte d e lo cotidiano que nos permita leer lo historia en su diversidad de vivencias
e interpretaciones sin el demérito académico del quehacer científico, sino como
aportaciones al oficio. .
Me permito esto breve reflexión porque entiendo que muchos de los que deciden
dedicar tiempo y esfuerzo al registro de la crónica, soben lo que es vivir tanto el
encanto del doto y lo información como el terrible y amoroso sonido del silencio y que
el paso del tiempo éste se yo convirtiendo en un compañero inevitable pero también
cómplice porque solo con él se va aprendiendo esto d e la “profesión de la memoria”
que registra como se va dejando nuestro nombre en el silencio, como muestra indeleble
de que algo pasó con nosotros y en donde entendimos que solo contando y dando fe
de eso memoria el silencio va siendo el eterno amigo de la historia, el que Yo
describiendo e hilando historias propias, de los otros y también d e nosotros.
Cuernavaca, Mor., mayo 2013